Me veo obligada a hacer un breve paréntesis en el desarrollo del contenido de la asignatura para contar una anécdota reciente que me ha llamado la atención.
Tras terminar un trabajo de Derecho y despedirme de mis compañeros, me decidí a pasear por "mis jardines" (llamo 'mis' a los jardines de la UPO ya que vivo en la Residencia Celestino Mutis y estoy aquí las 24 h (jaja!) yendo al grano! quería pasear para "despejarme" del día de clases y trabajos y volver más "fresca" a la habitación. Caminando desde la parte trasera del edificio 8 hacia el pasaje de la ilustración, me voy fijando en todas las clases que se están dando y al principio en todas hay tranquilidad y la gente atiende al profesor o se centra en su examen, pero al llegar a la última, la mayoría de los alumnos se distraían mirando a la ventana mientras la profesora explicaba, lo que me dio por pensar: Pues será aburría!
Eso es todo, una simple anécdota graciosa que no tiene por qué ser tan simple... si profundizamos en la situación de la clase, al observar el comportamiento de los alumnos notamos aburrimiento, así que quizás la profesora los aburriera con su método de explicación de contenidos, por lo que al transcurrir quince minutos de clase, ninguna de las personas atendiera a la explicación, al menos, no con ánimo de aprender.
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