martes, 31 de enero de 2012

B3: Evaluación e innovación educativa

 Hoy en día parece inevitable, dentro de cualquier actividad, emprender de un modo u otro procesos de evaluación, que nos serán útiles para entender la realidad y poner en marcha distintas actuaciones encaminadas a alcanzar las metas educativas, así como los procedimientos que se siguen para la toma de decisiones.

 La evaluación como método aparece según Municio (2000) como consecuencia de la cultura de las organizaciones, que necesitaban dotar de mayor calidad a sus productos.

En 1992 Fernández Sierra y Santos Guerra clasificaron las razones de la necesidad de evaluar en económicas, ideológicas, políticas, sociales, metodológicas, profesionales, éticas y epistemológicas.

La evaluación formativa sirve como base para la toma de decisiones de las opciones que se van presentando conforme avanzan los procesos de enseñanza-aprendizaje facilitándonos las siguientes acciones:
Detectar deficiencias, errores y logros que presente el participante durante el aprendizaje.
Registrar la información contemplando los resultados de todo el grupo de incidencia.
Delimitar factores causales, directos o indirectos, que influyen y condicionan el aprendizaje.
Establecer estrategias para superar las faltas y errores encontrados y, de este modo, reforzar los aprendizajes logrados.

Evaluación ES:

Evaluación NO ES:
Un proceso continuo, progresivo y sistemático de perfeccionamiento de la tarea formativa.

Global e integral, porque se orienta hacia todos los elementos que componen el proceso de e-a.
 (Alumnado, formadores,     proceso formativo, materiales, etc.)

Instrumento crítico que permite verificar el funcionamiento del proceso formativo, comparando los resultados con lo planificado inicialmente.

Una acción puntual, realizada en un momento concreto del proceso formativo.

Calificación, porque calificar se identifica con valorar el rendimiento del alumnado. (Ej. Nota de un examen)

Medir, porque medir es comparar algo con una unidad que utilizamos como patrón.







El alumno tiene sus propias experiencias, conocimientos, capacidades, hábitos, actitudes... por lo que su aprendizaje será en función a esos conocimientos previos.
El docente debe adecuar la enseñanza a las características propias de sus alumnos, aplicar los conceptos y las propuestas derivadas del constructivismo, del aprendizaje significativo y del aprendizaje social, para orientar las estrategias de enseñanza, pero todo este trabajo debe acompañarlo y sustentarlo con un sistema de evaluación que certifique su idoneidad y respuesta eficaz en todos los momentos del proceso de aprendizaje.


Respecto al momento del tiempo en que se realice la evaluación y el objetivo o finalidad atenderemos a la siguiente clasificación:

Tipo de
evaluación
Cuándo
se desarrolla
Qué
persigue

Inicial o
Diagnóstica











Antes de comenzar la acción formativa, o al principio de cada unidad.









Alcanzar un mayor conocimiento del alumnado para adecuar las estrategias educativas y el proceso formativo, y que  tomen conciencia de sus puntos de partida.

De proceso
o formativa
Durante el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Mejorar el proceso en su desarrollo.
Reflexionar y reconducir la acción formativa.
De producto
o sumativa
Al finalizar la acción formativa.
Verificar la eficacia del proceso de formación.
Controlar la calidad final.
Decidir la certificación o no del título

Clasificación respecto a las personas que realizan la evaluación.

Evaluación interna: Es la que realizan las personas implicadas directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Diferenciamos entre:
Autoevaluación, que puede ser individual o grupal.
Valoración que el formador hace de sus alumnos, que también puede ser individual y/o grupal.

Evaluación externa: El sujeto que lleva a cabo la evaluación se encuentra fuera del proceso formativo. El evaluador puede ser otro docente o un experto que valora el desempeño tanto del formador, como del grupo, en relación con los objetivos que se han prefijado.

Clasificación según la orientación

- Evaluación cualitativa: juzga la calidad del proceso y del nivel de aprovechamiento logrado por el alumnado tras el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Las listas de cotejo o las escalas evaluativas son los instrumentos utilizados  una evaluación cualitativa.

- Evaluación cuantitativa: Los objetivos perseguidos por este tipo de evaluación son:
• Comprobar la consecución de los objetivos programáticos.
• Otorgar calificaciones al alumnado, con las que poder decidir, entre otras cuestiones administrativas, la certificación o no del proceso formativo.
• Precisar si el proceso de aprendizaje ha sido efectivo.
• Poder generar informes sobre notas apreciativas o el grado de implicación de los discentes en el proceso de aprendizaje.

Además de la evaluación de objetivos, existe la evaluación de competencias y  sus componentes básicos son:
· Un referente, norma o estándar de desempeño, previamente identificado
· El proceso de recolección de evidencias
· La comparación de evidencias con el estándar
· La formulación de un criterio: competente o aún no competente
· Los mecanismos de aseguramiento de la calidad

El propósito de la evaluación consiste por tanto en realizar juicios acerca del desempeño individual. Para ser juzgado como competente, el individuo deberá demostrar su habilidad para desempeñar roles globales de acuerdo con normas esperadas para el empleo en ambientes reales. (Whitear, 1995).


No hay comentarios:

Publicar un comentario