La ES es una profesión que tiene por objetivo educar y reeducar a sujetos que se encuentran marginados o excluidos en la sociedad. Su finalidad no es exclusivamente integrarlos en los diferentes grupos sociales sino contribuir a la mejora y transformación de la sociedad. De este proceso se encarga un educador social, que tiene ser competente, es decir, debe tener adquiridas ciertas habilidades como son la empatía, la asertividad, debe tener la mente abierta, debe tener una postura objetiva y de distanciamiento, debe tener criterio propio y debe saber transferir los conocimientos. Creo lo la tarea más difícil es la de “no encariñarse” con las personas con las que se trate durante nuestra carrera profesional. Hay que diferenciar lo laboral de lo personal, por lo que tenemos que aprender a controlar nuestras propias emociones… y sólo lo conseguiremos con experiencia, pasito a pasito, poquito a poco.
Las salidas profesionales del educador social se encuentran tanto en el sector público como privado y también en el denominado "sector social", es decir, asociaciones y entidades sin ánimo de lucro. Es habitual, también, que los educadores sociales trabajen de forma autónoma o a través de cooperativas de trabajadores.
Esta profesión, por su relación directa con la realidad social, exige un alto grado de dinamismo y capacidad de adaptación a los cambios ya que los ámbitos de trabajo evolucionan de acuerdo con las necesidades y las demandas sociales emergentes. En este sentido, el aumento de la esperanza de vida hace que se precisen más educadores especializados en personas mayores.
Respecto a la visualización de Diarios de la calle, su base es la “manipulación con criterio”.
Sabiendo que cada uno de sus estudiantes tiene una historia que contar, Erin les anima a que escriban un diario con sus pensamientos y experiencias. Pronto dejan de ser deberes de clase y se convierten en un instrumento de afirmación vital.
El proceso de E-A se enmarca en el ámbito formal. La profe no da las pautas sobre como actuar sino que se limita a ordenar las actividades que se deben realizar.
La profesora se basa en realizar preguntas que van desde la generalidad a la particularidad, es decir, comienza preguntando sobre información general y se aproxima a ellos conforme avanzan las preguntas, llega a generar preguntas de interés común y que los identifican como individuos que conviven en la misma sociedad. Así se busca la cohesión final del grupo.
Comienza a relacionarse con su alumnado mediante preguntas “humanistas” para relajarlos y quitarles presión, seguidamente utiliza un ''distractor'', hace preguntas que sabe que ellos no pueden responder (cuántos pertenecen a una banda, modelo humanista) y finalmente logra el acercamiento poniéndose a su nivel, disculpándose por la última pregunta.
Su objetivo es conseguir que trabajen y participen en comunidad. Para ello emplea técnicas dinámicas que promuevan la unión y homogeneidad de la clase. Para ello capta la atención de lo más conflictivos.
La profesora quiere concienciarlos de lo importante que es conocerse a sí mismos, deben conocer sus errores y expresar lo que sienten porque esta es una forma efectiva de mejorar y pulirse, a la vez que les servirá para dejar atrás malas experiencias y entornos que no les convienen si quieren seguir vivos. Para desarrollar la acción usarán los cuadernos que les entrega.
Sin ninguna duda esta película me resulta fascinante, admiro el papel de la protagonista porque es un claro ejemplo de cómo hasta quienes parecen más perdidos pueden ser reencaminados cuando alguien apuesta por ellos. Tengamos buenas o malas experiencias y sea malo o bueno nuestro entorno, cierto es que somos personas, por lo que merecemos la oportunidad de vivir como tales. También es cierto que, hay muchos que no siguen el camino adecuado o que le beneficiaría, porque les ha faltado quien apostara por ellos para ayudarles a navegar en sus propias vidas. Invertir en las personas… ¿qué mejor negocio?
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